Donna me prega

Este blog se declara católico, tal vez con cierto aire estoico. Defiende la simplicidad, el silencio y la contemplación.
Quiere ofrecer reflexiones, opiniones y lecturas a personas atentas a la vida del espíritu y de la cultura.

martes, 29 de diciembre de 2015

Elías, profeta y maestro.



El profeta Elías alimentado por un ángel,
Dieric Bouts el Viejo (1464-1466)

Quienes siguen están líneas saben bien cuánto detesto la neopedagogía triunfante, arrogante y mediocre. No sólo ha destruido mi profesión –la de lector−, sino que pretende que sus detractores quedemos paralizados ante sus ultimatos que, como ha enumerado Gregorio Luri con precisión algebraica, son fruto de una “memez engolada” y de un “narcisismo ridículo”. Cualquier réplica es descalificada con una mueca de conmiseración autoritaria que, en el caso de tantos profesores dignos, encierra una amenaza no tan velada a su estabilidad laboral.

martes, 22 de diciembre de 2015

De profundis (y II). Teología güelfa.



In Ictu Oculi,
Juan Valdés Leal (1670-1672)


A mi heterónimo le angustia la ceguera ante una sociedad que ha decidido limpiar, indoloramente, los hierbajos de sus antiguas raíces cristianas. Le parece ver reducida a la indigencia de unos sentimientos limosneros el testimonio de una fe que, al crearlo, organizó el espacio físico -a través de los monasterios- y moral -mediante la predicación mendicante- del universo social que fue Europa. Frente a esta disolución, redacta su trilogía güelfa que adopta el aire de un testamento en forma de tríptico. En sus páginas encomienda sus convicciones culturales, sus certezas teológicas y, en el futuro, su memoria poética a lectores nómadas, en tránsito. Por los caminos del exilio mantenemos la palabra única, y todavía oculta, por brújula.

martes, 15 de diciembre de 2015

De profundis (I). Teología güelfa.



Alegoría de la Vanidad,
Pieter Boel (1663)


Embarcado en una trilogía, mi heterónimo, ¿ambicioso?, se empeña en construir una alegoría de la vanidad con nuestro nuevo volumen Teología güelfa. Los símbolos del poder permanecen arrojados, pero su uso, más que multiplicar sus significados, los ha aventado, como arena fina, por el desierto teológico de este mundo. Me temo que su aventura güelfa, entre Aviñón y la Bastilla, no sólo debe de parecer incomprensible sino que debe resultar menospreciable. Como un dibujo a carboncillo, arqueológico, tal vez se intuyan en ella los rasgos -eternos- de un hombre de dolores, por cuyos trabajos no renunciamos a volver a ver la luz y saciarnos de conocimiento. A la fe desnuda de la Editorial Vitela  en este libro se debe el milagro de su publicación.

martes, 8 de diciembre de 2015

El lulismo indepe.



Miniatura del Viaje a Bugia (1307)
Breviculum ex artibus Raimundi Lulli electum,
Thomas Le Myésier (1321)

Por razones académicas paralelas asistí hace unos días con mi amigo germanófilo a la inauguración de los fastos generalicios en loor del beato Ramon Llull (1232-1316) en el Palau de la Generalitat de Catalunya. Nos sentamos esquinados para observar la monotonía de un acto oficial, a la espera de alguna revelación de ética pura kantiana que justificase nuestra insurrección. No obstante, si hace unos meses nos divertimos con los pedagogos flipaos, como lulistas indepes salimos un tanto defraudados. Pero, dado que me tomo a pecho el nombramiento que mi amigo me hizo entonces de "cronista de la catástrofe", debo a mis lectores un pequeño reportaje.

martes, 1 de diciembre de 2015

Edmund Campion, orador mártir.



The English and Welsh Martyrs,
Daphne Pollen (1970)

Es tradición de este blog celebrar la memoria de los mártires jesuitas ingleses a principios de diciembre. Hoy, aniversario del martirio de san Edmundo Campion S. J. (1540-1581), con más motivo me siento a escuchar el Agnus Dei de la Misa a cuatro voces (1591) de William Byrd. Me detengo, estremecido, en el grito de las notas de petición “Dona nobis pacem”.